Hay una serie de desafíos emocionales, físicos, prácticos y sociales a los que se enfrentan muchos pacientes en el momento del diagnóstico del linfoma y después del tratamiento.
Algunas preocupaciones comunes son los efectos tardíos del tratamiento, el miedo a que el cáncer regrese, sobrevivir y vivir con linfoma puede ser diferente para todos.